06/07/2020.- (abogacia.es) Desde Estrasburgo y gracias a un abogado del Turno de Oficio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado esta semana a España por vulnerar el derecho de una madre nigeriana, residente en Pamplona, a mantener el contacto con su hijo dado en acogida sin su consentimiento.

Durante años, la mujer intentó sin éxito retomar el contacto con el menor a través de las diferentes autoridades y Tribunales españoles y ha tenido que llegar hasta el TEDH de Estrasburgo, donde se demostró que España había violado las normas y procedimientos europeos al evitar este contacto entre madre e hijo y no haber tenido en cuenta el interés superior del menor.

El caso ha llegado hasta el organismo más importante de Europa en lo que a Derechos Humanos se refiere gracias al empeño del abogado de oficio Manuel Ledesma, quien desde su perspectiva tras años de trabajo en el Turno expone la necesidad de defender la importancia de la Asistencia Jurídica Gratuita dentro de las funciones de la abogacía, como servicio público, y se lamenta de que “el Turno está denostado de manera incorrecta”.

El letrado ha acompañado a Pat Omorefe durante todo el proceso, teniendo incluso que renunciar a los honorarios cuando el caso llegó al Tribunal Constitucional. “Entiendo que el Tribunal Constitucional está en Madrid, pero su jurisdicción alcanza a todo el territorio, cuando en Pamplona me dijeron que tenía que renunciar a los honorarios para poder continuar con el tema me sentí frustrado”. Aun así, decidió continuar con su labor, siendo un ejemplo del compromiso de los abogados de oficio con sus clientes.

Como él mismo afirma “este caso demuestra el esfuerzo que se realiza desde el Turno de Oficio” y comparte el triunfo con “todo el Turno de Pamplona, por cómo está gestionado y por cómo todos los compañeros trabajamos este tipo de cuestiones”.

Desde el inicio de la demanda en 2009, Manuel ha luchado “no solo por defender sus derechos – los de la madre- sino por intentar que salga de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra a través del ejercicio de la abogacía”, para ello ha sido esencial “la relación con sus trabajadoras sociales de base y con los acompañantes que le impuso el Gobierno de Navarra, que durante todos estos años han estado en contacto conmigo y con el despacho”.

Al igual que muchos abogados de oficio, Manuel afirma haberse encontrado con clientes que piensan que por ser abogado de oficio, no se va a esforzar igual que si le hubieran contratado y anima a la Abogacía a “luchar contra esa idea equivocada, porque no es real y casos como este lo demuestran”.

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