19/05/2023.- El ICA Oviedo ha celebrado este 19 de mayo la festividad de su patrón, San Ivo. Los actos empezaron con la santa misa en la iglesia de San Tirso el Real oficiada por el compañero, abogado ejerciente y sacerdote, Arturo García Rodríguez, y acompañada por las voces del coro colegial.

Finalizada la celebración religiosa en honor a los compañeros/as fallecidos durante este año, la siguiente cita ya era en el colegio a las doce y media, para entregar las insignias de plata y oro a los letrados/as que en este 2023 han alcanzado, respectivamente, los 25 y 40 años de ejercicio profesional. 

Debido al gran número de homenajeados, sesenta y cinco en total, la gran mayoría de familiares, compañeros y amigos tuvieron que seguir la ceremonia desde una abarrotada sala de formación, en la segunda planta, a través de pantalla gigante, lo que no les impidió aplaudir a todos y cada uno de los que subían al estrado a recoger su insignia.

FOTO IZQUIERDA: de izquierda a derecha, Benigno Villarejo, Pedro Hontañón, Ignacio Cuesta, Pelayo Fernández-Mijares, Jesús María Martín Morillo, Luis Carlos Albo Aguirre, Joaquí de la Riva Llerandi, David Ordóñez Solís, María Escanciano, Sonia Beatriz Arévalo Píriz, Pablo Díaz Carrera, María Martín, Marisa Duque, Eulalio Llaneza, María Agustina García, Marisa Nevado y Ernesto Tuñón.

Entre los de plata, el anterior decano, Ignacio Cuesta, y la vicedecana, María Escanciano, que fue la encargada de pronunciar el discurso en representación de toda su promoción. María, que confesaba estar algo nerviosa, aunque "con unos nervios diferentes, porque no me estoy dirigiendo a un juez y tampoco a mis alumnos, sino a todos mis compañeros", quiso hacer un juego de palabras con todas las letras que forman la palabra "colegio". Y así apeló, con la "c", al compromiso y a compartir; con la "o" al orgullo de vestir una toga y a Oviedo; con la "l", a la lealtad, "que siempre debemos tener grabada en el alma"; con la "e", al estudio diario, a la empatía y a la esperanza "de que se terminen las huelgas, por economía procesal"; con la "g", a la generosidad, haciendo expreso su reconocimiento al Turno de Oficio; con la "i", a la ilusión y a la igualdad; y con la última "o", al ser repetida, la dedicó a agradecer a cuantas personas han estado a su lado en todos estos años de profesión.

Eduardo Escandón Valvidares fue el elegido para representar a los de la promoción de oro, cuarenta años de ejercicio que ha visto "pasar del papel de calco y de cebolla a la inteligencia artificial" y que con toda esa experiencia a su espalda, se dirigió a los más jóvenes para recordarles que "es justo que el abogado viva de su trabajo, pero debe entenderlo como un servicio, no como un negocio".

Posteriormente, el decano, Luis Carlos Albo Aguirre, tomó la palabra. Y lo hizo en primer lugar para dirigirse con agradecimiento a Benigno Villarejo, decano del ICA Gijón, por estos años de trabajo y defensa conjunta de la abogacía asturiana. También tuvo palabras emocionadas para recordar a tres compañeros que fallecieron en este último año, "Lino el de Mieres", Mario Gómez Marcos y Aurelio González Fanjul, que había confirmado su asistencia a este acto para recoger su insignia de oro, un reconocimiento que le hizo llegar el pasado miércoles el propio decano a su familia durante su velatorio.

En un discurso con cierto aire de despedida, el decano expresó sentirse privilegiado por haber formado parte de la institución y de haber podido estar en tantas ocasiones "en este salón, que es como el salón de nuestra casa, donde pasan las cosas importantes". 

Luis Carlos Albo Aguirre finalizó su intervención agradeciendo a los compañeros de las cinco juntas a las que había pertenecido su vocación se servicio, lo que hizo extensivo después a todas las anteriores, desde el nacimiento del colegio, hace ya casi doscientos cincuenta años. Y así, el decano, junto a dos de los anteriores, Pedro Hontañón e Ignacio Cuesta, y el decano de Gijón, bajaron al patio de butacas para descubrir en el lateral la placa explicativa del mural conmemorativo en reconocimiento a todos los profesionales de la abogacía que formaron parte de las Juntas de Gobierno del ICA Oviedo.

La lluvia se tomó un descanso al finalizar la ceremonia, lo que facilitó que se pudiera lograr la foto de familia en el Jardín de los Reyes Caudillos. También aprovecharon los miembros de la actual Junta de Gobierno para inmortalizar el equipo que durante estos últimos cuatro años ha estado al frente de la corporación y que hoy ha tenido su último acto oficial.

Y con la lluvia otra vez como compañera, todos los homenajeados, autoridades invitadas y familias -cuatrocientas treinta personas en total- se desplazaron al restaurante Deloya Latores, para terminar de festejar una jornada de homenaje a la profesión, encarnada en el ejemplo de su patrón. ¡Viva San Ivo!